Luchando con lo Divino
Luchando con lo Divino: Analizando Génesis 32:24–31 a través de lentes textuales, teológicos y traslacionales
Génesis 32:24-31 relata un episodio críptico y teológicamente significativo en el que Ya'aqov (Jacob) lucha con un "hombre" no identificado durante toda la noche, lo que lleva al otorgamiento del nombre de Israel y a la posterior declaración de Ya'aqov de que había "visto a Dios cara a cara". Este pasaje ha provocado siglos de debate sobre la identidad del "hombre", la naturaleza del encuentro y sus implicaciones más amplias. Un elemento central de esta discusión son los métodos interpretativos proporcionados por las antiguas traducciones griegas de la Biblia hebrea, que revelan diversas interpretaciones teológicas.
El texto bíblico y su contexto literario
Génesis 32:24-31 marca un momento crucial en la narración de Ya'akov, que ocurre en la víspera de su reunión con su hermano Esav (Esaú). El pasaje comienza con Ya'aqov quedando solo, después de enviar a su familia y posesiones a través del río Yabbok, cuando "un hombre" (אִישׁ) aparece y lucha con él hasta el amanecer. Cuando la lucha concluye, el "hombre" incapacita a Ya'aqov tocando la cavidad de su cadera, lo bendice con el nombre de Yisra'el y crípticamente se niega a revelar su propio nombre. Ya'aqov entonces nombra el lugar Peni'el (rostro de El), declarando: "Porque he visto a Dios cara a cara, y mi vida ha sido preservada" (32:30).
La transición de Ya'aqov ("agarrador del talón" o "suplantador") a Yisra'el ("el que lucha con Dios") significa una transformación en el carácter de Ya'aqov y su relación con lo divino. Sin embargo, la identidad ambigua del "hombre" crea desafíos interpretativos: ¿Es esta figura un ángel, una teofanía o una representación simbólica de las luchas internas de Ya'aqov?
Ambigüedades teológicas: la identidad del "hombre" y el encuentro divino
La narración presenta una dualidad en la descripción del "hombre". Inicialmente, se le describe simplemente como אִישׁ, lo que sugiere una figura similar a la humana. Sin embargo, al final del encuentro, Ya'aqov lo identifica con אֱלֹהִים (Dios). Esto plantea preguntas teológicas significativas: ¿Ya'aqov lucha físicamente con Dios, o es el "hombre" un emisario, como un ángel? La tradición rabínica a menudo identifica al "hombre" como el ángel guardián de Esav, lo que refleja una interpretación simbólica del episodio como precursor de la lucha de los descendientes de Ya'aqov con Esav/Edom.
La interpretación de Oseas de la lucha de Ya'aqov
Oseas 12:4-5 (Hebreo 12:5-6) proporciona una reflexión sobre la lucha de Ya'aqov en Génesis 32, reformulándola como un encuentro tanto físico como espiritual. El profeta escribe:
Todo esto concuerda con las palabras de Oseas 12:4-5 (Griego 3-4) quien declara:
בַּבֶּטֶן עָקַב אֶת אָחִיו וּבְאוֹנוֹ שָׂרָה אֶת אֱלֹהִים. וָיָּשַׂר אֶל מַלְאָךְ וַיֻּכָל בָּכָה וַיִּתְחַנֶּן לוֹ בֵּית אֵל יִמְצָאֶנּוּ וְשָׁם יְדַבֵּר עִמָּנוּ.
ἐν τῇ κοιλίᾳ ἐπτέρνισεν τὸν ἀδελφὸν αὐτοῦ καὶ ἐν κόποις αὐτοῦ ἐνίσχυσεν πρὸς θεὸν καὶ ἐνίσχυσεν μετὰ ἀγγέλου καὶ ἠδυνάσθη· ἔκλαυσαν καὶ ἐδεήθησάν μου, ἐν τῷ οἴκῳ Ων εὕροσάν με, καὶ ἐκεῖ ἐλαλήθη πρὸς αὐτόν.
"En el vientre materno, se aferró al talón de su hermano, y en su edad adulta, luchó con Dios. Luchó con el ángel y prevaleció; lloró y buscó su favor. En Betel lo encontró, y allí habló con nosotros".
Oseas identifica al oponente de Ya'aqov como אֱלֹהִים ("Dios") y מַלְאָךְ ("ángel"), usando los paralelos para explicar el contexto de la lucha y haciéndole saber que era un ángulo. Este es un ejemplo de interpretación bíblica interna y de memoria hisbótica.
Las traducciones al griego y sus marcos interpretativos
La traducción de la Biblia hebrea al griego durante los períodos helenístico y romano introdujo nuevas capas de interpretación, moldeadas por las limitaciones lingüísticas, las consideraciones teológicas y las expectativas de la audiencia. Génesis 32:24–31 ejemplifica cómo las decisiones de traducción podrían influir en la comprensión de conceptos teológicos clave.
La Septuaginta (LXX)
La Septuaginta (LXX), la primera traducción griega de la Biblia hebrea, refleja las prioridades teológicas de las comunidades judías alejandrinas en el siglo III a.C. En Génesis 32:28, la LXX traduce אֱלֹהִים como θεὸς, un término que, sin el artículo definido (ὁ), puede significar "un dios" en lugar de "Dios". Esta ambigüedad se alinea con la tendencia judía del Segundo Templo de distanciar a Dios de los encuentros físicos directos con los humanos, probablemente para protegerse contra el antropomorfismo. El enfoque de la LXX a Génesis 32:24-31 refleja su tratamiento de otros pasajes teofánicos, demuestra una creencia en la trascendencia de Dios al tiempo que permite que figuras intermedias como los ángeles actúen en su nombre.
El literalismo de Aquila
Aquila de Sinope, un traductor judío del siglo II d.C., produjo una traducción hiperliteral de la Biblia hebrea. Su traducción de Génesis 32:28 se adhiere estrictamente a la sintaxis hebrea, preservando la palabra אֱלֹהִים como θεός mientras enfatiza la distinción entre Dios y el "hombre". La traducción de Aquila refleja una agenda rabínica, que contrarresta las lecturas alegóricas cristianas al mantener la fidelidad al significado claro del texto hebreo.
La elegancia de Símaco
Símaco, un traductor ebionita, dio prioridad al griego idiomático al tiempo que preservaba la integridad teológica del texto hebreo. En Génesis 32:28, usa la preposición πρός ("antes") para aclarar que Ya'aqov luchó ante Dios, no con Él directamente. Esta frase matizada resuelve la tensión teológica inherente a la noción de luchar físicamente con Dios, alineando la traducción con las sensibilidades monoteístas judías.
Revisión de Teodoción
La revisión de la LXX de Teodoción en el siglo II d.C. buscó armonizar el texto griego con el hebreo. Su traducción de Génesis 32:28 se mantiene cerca de la LXX, pero refleja un esfuerzo conservador para preservar las implicaciones divinas del encuentro sin comprometer los principios monoteístas.
Tradiciones interpretativas más amplias
Josefo
El historiador judío Josefo identifica al "hombre" en Génesis 32:24 como un ángel, lo que refleja una inclinación judía helenística para racionalizar las narraciones antropomórficas. La descripción de Josefo se alinea con la ambigüedad teológica de la LXX y resuena con la renuencia judía más amplia del Segundo Templo a retratar encuentros humanos directos con Dios.
"Cuando Jacob hubo hecho estas citas todo el día, y llegó la noche, se fue con su compañía; y, cuando habían pasado por un río llamado Jabboc, Jacob se quedó atrás; Y encontrándose con un ángel, luchó con él, comenzando el ángel a luchar; pero él prevaleció sobre el ángel, que usaba una voz, y le hablaba con palabras, exhortándole a que se alegrara de lo que le había sucedido, y que no pensara que su victoria era pequeña, sino que había vencido a un ángel divino. y para estimar la victoria como una señal de grandes bendiciones que le vendrían, y que la descendencia nunca caería, y que ningún hombre sería demasiado duro para su poder, también mandó que se le llamara Israel, que en lengua hebrea significa uno que luchaba con el ángel divino"
Antigüedades, I:20 331-334
Literatura rabínica
Las interpretaciones rabínicas frecuentemente describen al "hombre" como el ángel guardián de Esav, una representación simbólica de las luchas de Ya'aqov con su hermano. Los textos del Midrash enfatizan las dimensiones espirituales y morales del combate de lucha, interpretándolo como una prueba de la fe y la resistencia de Ya'aqov.
רַבִּי חָמָא בְּרַבִּי חֲנִינָא אָמַר שָׂרוֹ שֶׁל עֵשָׂו הָיָה, הוּא דַּהֲוָה אָמַר לֵיהּ (בראשית לג, י): כִּי עַל כֵּן רָאִיתִי פָנֶיךָ כִּרְאֹת פְּנֵי אֱלֹהִים וַתִּרְצֵנִי, מָשָׁל לְאַתְּלֵיטוֹס שֶׁהוּא עוֹמֵד וּמִתְגּוֹשֵׁשׁ עִם בְּנוֹ שֶׁל מֶלֶךְ, תָּלָה עֵינָיו וְרָאָה אֶת הַמֶּלֶךְ עוֹמֵד עַל גַּבָּיו וְהִרְפִּישׁ עַצְמוֹ לְפָנָיו, הֲדָא הוּא דִכְתִיב (בראשית לב, כו): וַיַּרְא כִּי לֹא יָכֹל לוֹ, אָמַר רַבִּי לֵוִי וַיַּרְא בַּשְּׁכִינָה כִּי לֹא יָכֹל לוֹ. אָמַר רַבִּי בֶּרֶכְיָה אֵין אָנוּ יוֹדְעִים מִי נָצַח אִם מַלְאָךְ אִם יַעֲקֹב, וּמִן מַה דִּכְתִיב (בראשית לב, כה): וַיֵּאָבֵק אִישׁ עִמּוֹ, הֱוֵי מִי נִתְמַלֵּא אָבָק הָאִישׁ שֶׁעִמּו.
El rabino Chama bar Janina dijo: "Él era el ángel ministro de Esav. Y eso es lo que quiso decir cuando le dijo: 'Porque esto he visto tu rostro como vi el rostro de Dios, y me has aceptado' (Génesis 33:10). Hay una parábola sobre un atleta que se levantó y luchó con el hijo del rey. Alzó los ojos y vio que el rey estaba de pie detrás de él, y cayó al suelo delante del hijo. Esto es lo que está escrito: 'Y vio que no podía vencerle'". Rabí Levi dijo: "'Y vio' la Presencia Divina 'y no pudo vencerlo'". Rabí Berachia dijo: "No sabemos quién ganó, si fue el ángel o si fue Yakov. Y de lo que está escrito: 'Y un hombre luchó con él (vayitabek, cuya raíz contiene las letras que deletrean polvo)', prueba quién estaba cubierto de polvo, el hombre que estaba con él.
MR 77:3
Conclusión
Génesis 32:24-31 es un texto rico en capas que ha inspirado diversas interpretaciones en las tradiciones judías y cristianas. Las traducciones griegas, que van desde la ambigüedad teológica de la Septuaginta hasta el literalismo de Aquila y la elegancia de Símaco, demuestran la compleja interacción entre la fidelidad lingüística, las preocupaciones teológicas y los contextos culturales. Estas traducciones, junto con las interpretaciones de Josefo y la literatura rabínica, subrayan la comprensión en evolución de la lucha de Ya'aqov con el "hombre" y las implicaciones más amplias de la interacción divino-humana en el texto bíblico.
Bibliografía
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huellas de los traductores de la Septuaginta: Ensayos recopilados. Lovaina:
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ציפור, משה, תרגום השבעים לספר בראשית, רמת גן 2005.